Los gatos: expertos en amor sin apegos. Sus necesidades
Los amantes de los gatos sabemos que son seres especiales, mágicos, compañeros e independientes. A veces sanadores y enfermeros. Otras, amigos salvajes con quienes convivimos. Tienen algunas necesidades que los hacen únicos. Al adoptarlos, somos los responsables de cuidarlos y satisfacer sus necesidades, no solamente para que sean animales felices y satisfechos, sino además para que la convivencia sea armónica y gratificante para todos. Veamos algunas de sus necesidades básicas.
Animal territorial (un espacio propio). Los gatos necesitan habitar sus espacios, impregnarlos de sus olores y conocer cada centímetro. Si hay varios gatos en casa, a veces a cada uno le gusta tener su propio plato de comida.
Rutinas: no les gustan los cambios. Seguramente, habrás podido observar lo estresante que resulta para los felinos una mudanza, una visita, el cambio de muebles o simplemente una modificación de su rutina.
Limpieza y orden. Se acicalan una parte importante de su día y les gusta que su lugar esté impecable. Por eso es indispensable cuidar que su caja sanitaria esté limpia, sin olores ni desechos, diariamente.
Son cazadores. Es parte de su naturaleza, por eso es importante no retarlos cuando traen “regalos” como ratones, pajaritos u otros bichos. En cambio, les agradecemos y les pedimos que los dejen afuera.
Autonomía de entrada y salida de los lugares. Muchos convivientes con gatos conocen la sensación de sentirse el “portero” de su animal. Para eso son útiles las puertas gateras, que les permiten entrar y salir a su antojo, para evitar sentirse encerrados.
Tener un lugar alto para descansar (“gato de árbol”). Les gusta tener lugares para subir, descansar, jugar, trepar.
Silencio y sigilo: no les gustan los cascabeles que tanto gustan a algunos humanos, tienen un oído mucho más desarrollado que el nuestro y ese sonidito constante con sus movimientos les resulta incómodo.
Independencia para estar o no con sus humanos (ellos deciden, no forzarlos al contacto)
Relajación y situaciones de calma, evitando el estrés.
Lugares “nido”.
Juego, comunicación con su humano. Un gato necesita estímulos y usar su cabeza. Se le pueden ofrecer:
Rascadores: los necesitan para cambiar sus uñas y mantener acicaladas sus garritas.
Lugares para trepar
Juguetes y/o “cosas” para cazar
Contenedores de alimentos que se pueden llenar para que el gato tenga que pensar cómo hacerlo
Si estamos atentos a cuidar estas necesidades, seguramente nos lo agradecerán y retribuirán con afecto, presencia, ronroneos y convirtiéndose en bollitos de amor a nuestro lado de la cama. :)