Las posiciones en las jerarquías de manada en los animales domésticos. Algo sobre los individuos Al
Los animales domésticos, sobre todo aquellos con los que tenemos más relación cotidiana, como perros, gatos, caballos, entre otros, tienen algunas estructuras de funcionamiento social en su naturaleza salvaje. Algunas de las especies que acabamos de nombrar (los caninos y los equinos, entre otros) tienen estructuras sociales muy bien definidas, con jerarquías y roles claramente manifiestos, que todos los miembros del grupo social aceptan y cumplen.
Tanto entre los perros como entre los caballos, especies que aunque son distintas por naturaleza (unos son depredadores, mientras que los otros son presa) la existencia de un líder es necesaria para la supervivencia,. El líder de la manada define las reglas, marca los deberes de cada uno, cuida al grupo, defiende el territorio y hace uso de los recursos precisamente por una cuestión de supervivencia: es el más fuerte, el más firme y todo el grupo depende de él. En ambos casos, el líder primario de la manada es un macho, que es el único que hace uso de sus funciones sexuales de reproducción y el que mata a sus presas para alimento de toda la jauría. Lo suele seguir una hembra líder, que en el caso de las perras es la única que tiene cría. En el caso de las yeguas coexisten como “esposas”, aunque siempre hay una yegua madre o madrina (que suele ser la más vieja, serena y experimentada), cuya misión es proteger a la manada, llevarla a donde están los mejores recursos (agua, pastura, cobijo de la lluvia y el frío) y velar por la seguridad del grupo.
En el caso de los felinos es un poco distinto porque los gatos no necesitan del grupo para sobrevivir: cazan solos y aunque pueden convivir con otros individuos de su misma especie, no es un tema de supervivencia, sino de elección.
En todos los casos (en todas las especies), sin embargo, existen jerarquías de dominancia, según el nivel de energía de los individuos. El nivel más alto, que suele ser el líder, es el que en la naturaleza se denomina Alfa: seguro, dominante, defensor, es capaz de pelear y matar por lo que considera propio. Más abajo siguen el Beta +, que es un individuo que es capaz de hacer frente al Alfa en caso de necesitar recambio de liderazgo, tiene una energía alta, capacidad de decisión y un nivel medio de dominancia, aunque es capaz de someterse al liderazgo de otro. Luego vienen los individuos Beta -, que tienen una energía más baja aún, una capacidad de sumisión más alta, pueden agredir por miedo o huir. Y finalmente, están los individuos Epsilon, que son los seguidores, prácticamente se someten a los dictados de su líder, no tienen la suficiente energía como para enfrentar a otro o si lo enfrentan es “de lejos”. Si lo pensamos bien, esto también existe entre los humanos.Estas relaciones jerárquicas no son rígidas, pueden modificarse en función de diversas situaciones.
Ahora, cuando los animales fueron domesticados, el equilibrio del sistema de jerarquías cambió, porque el ser humano se convirtió en el líder de la manada (o al menos debería serlo). Entonces, en las manadas domésticas (en contraposición a las salvajes), en las cuales hay presencia humana, todo el resto del grupo debe someterse (en el buen sentido, de seguir) a las indicaciones del líder (humano). Cuando eso no sucede (porque la persona no sabe ejercer un liderazgo firme, seguro y sereno, cosa que ocurre en muchas situaciones cotidianas) empiezan los problemas. En las manadas domésticas no pueden existir individuos Alfa (de cualquier especie) que no sean el humano, porque habría peligro de muerte. Si alguno de los animales quiere tomar el rol de líder, debe comprender que en este grupo hay otro que asumirá esa responsabilidad (debe sentirse seguro de que eso ocurrirá). Entonces, cuando alguien adopta uno o varios animales, es responsabilidad humana hacerse cargo de su capacidad de liderazgo (lo que no significa la fuerza) para mantener el orden y el equilibrio necesarios para el bienestar de todos.
Lic. Verónica Kenigstein
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